sábado, 16 de junio de 2012

Partidos del 16 de Junio


REPÚBLICA CHECA

República Checa

Cech, Gebre Selassie, Kadlec, Sivok, Limbersky, Rosicky, Plasil, Pilar, Hubschmann, Jiráceck y Milan Baros.
POLONIA

Polonia

Tyton, Boenisch, Wasilewski, Perquis, Piszczek, Mierzejewski, Polanski, Obraniak, Murawski, Blaszczykowski y Lewandoski.

República Checa y Polonia afrontan este sábado el partido más importante de los últimos años para ambas selecciones. En juego hay un puesto en los cuartos de final de la Eurocopa. Para los anfitriones, el hecho de poder alcanzar dicha ronda supondría un éxito mayúsculo, mientras que su rival necesita volver a encontrar viejas sensaciones y así codearse con los grandes del viejo continente.

Pese a que la República Checa tiene un punto más en la clasificación, lo cierto es que su juego ofrece más dudas que el de Polonia. Los locales no muestran fisuras y aportan un fútbol serio y colectivo, basado en el trabajo y el esfuerzo. De hecho, no conocen la derrota. Los hombres de Michal Bilek, por su parte, muestran una imagen demasiado irregular. Y para prueba, lo ocurrido ante Grecia. Pasaron de una primera parte muy buena a una segunda bastante pobre. Y eso, en un encuentro como el de este sábado, puede ser letal.

Peter Cech y Tomas Rosicky, que se retiraron con molestias en el último encuentro, serán de la partida contra Polonia. El guardameta del Chelsea parece haber superado las dolencias de su hombro, por lo que mantendrá la titularidad pese al grave error que protagonizó ante Grecia.

En Polonia, mientras tanto, se conjuran para meterse en cuartos de final. "Estamos listos para el desafío", apuntó Ludovic Obraniak en declaraciones a la web oficial de la UEFA. "Podemos conseguir nuestro objetivo", añadió Robert Lewandoski.


GRECIA

Grecia

Sifakis, Maniatis, Papadopoulos, Torosidis, Holebas, Karagounis, Katsouranis, Ninis, Samaras, Salpingidis y Gekas.
RUSIA

Rusia

Malafeef, Anyukov, Ignashevich, Berezutskyi, Zhirkov, Shirokov, Denisov, Izmailov, Arshavin, Dzagoev y Pavlyuchenko.

Grecia ganó la Eurocopa de Portugal en 2004. Lo hizo con un fútbol primitivo, en el que primaba la defensa por encima del balón y en el que la pizarra se comía cualquier atisbo de técnica individual y colectiva. Aquella filosofía tuvo éxito, pero se sabía que no sería eterno. Ocho años después, la Tragedia Helena está a punto de vivir un nuevo episodio en el torneo de Polonia y Ucrania.

No han renovado sus ideas. Siguen con los mismos vicios adquiridos en 2004, situación que les mantiene al borde del abismo. No conocen la victoria y sólo un milagro les metería en cuartos de final. Necesitan ganar a Rusia y que el República Checa-Polonia finalice en empate. La única conclusión posible es que estamos ante el punto y final de una generación que hizo historia.

Delante estará Rusia. Arshavin y compañía pasarían de ronda si ganan o empata. Incluso la derrota les podría valer, siempre y cuando no sea por dos o más goles de diferencia. Pese a todo, lo único que les garantiza la primera plaza es el triunfo, por lo que cabe esperar que no existan demasiadas permutas en el once inicial del cuadro de Advocaat.

Alan Dzagoev, uno de los máximos anotadores del torneo, apunta a la titularidad pese a que podrían reservarlo de cara a la siguiente fase. El que sí tendría posibilidades de descansar es Kerzhakov, que dejaría su lugar a Pavlyuchenko.

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